La calle Poeta Pablo García Baena lleva más de un año sin terminar, como si las obras estuvieran paralizadas indefinidamente o al menos no parece que haya ningún progreso. El acerado de los números pares, que desemboca al cruce de semáforos de Ronda Sur y lleva a El Cirolar por la Cuesta del Grajo, no está definido ni concluido. Con la añadidura que la propia calle es un solar y no permite el acceso a la calle Julio Romero de Torres.
Este hecho origina varios inconvenientes graves. Todos relacionados entre ellos y con un único fin, el malestar de los vecinos de esa calle.
A partir del número 33 y los impares posteriores, no tienen alumbrado municipal y viven en la oscuridad absoluta, ya que el Ayuntamiento de La Carlota y los responsables oportunos (urbanismo, promotoras, constructoras...) no se hacen cargo de esta situación. Los vecinos no tienen una mísera farola que los guíe y los proteja hasta su casa; y más teniendo en cuenta, los hurtos que han sufrido en esa calle y en los propios domicilios.