Desde el primer puente, donde se encuentran el Instituto El Sauce y la guardería Matrona del Valle, hasta la urbanización de Las Viñas discurre una carretera, un tanto deteriorada en ciertos puntos. Tiene un asfalto con grietas mínimas, maltrecha por los años y sin arcén para los peatones que pasean o practican alguna deporte como footing, ciclismo, mountain bike...
Antes de llegar a Las Lomas del Rey, hay socavones por el desgaste del alquitrán, que ha dejado paso a piedras y tierra, haciendo visible riesgos innecesarios a los vehículos que transitan por esos bellos parajes.
Toda la extensión atisbando la zona residencial, acerado de su bando, acompaña una tira menos gruesa de alquitrán respecto al asfaltado antiguo de la carretera.
Más llamativo resulta el tramo entre las dos urbanizaciones, porque al dejar atrás Las Lomas del Rey la calzada se estrecha para adentrarse en Las Viñas. Prevaleciendo la línea de remache, que está pegada a las viviendas.
Antes de llegar a Las Lomas del Rey, hay socavones por el desgaste del alquitrán, que ha dejado paso a piedras y tierra, haciendo visible riesgos innecesarios a los vehículos que transitan por esos bellos parajes.
Toda la extensión atisbando la zona residencial, acerado de su bando, acompaña una tira menos gruesa de alquitrán respecto al asfaltado antiguo de la carretera.
Más llamativo resulta el tramo entre las dos urbanizaciones, porque al dejar atrás Las Lomas del Rey la calzada se estrecha para adentrarse en Las Viñas. Prevaleciendo la línea de remache, que está pegada a las viviendas.