El Jueves 10 de Octubre presencié en primer plano como un individiduo que no pude reconocer. A plena luz del día. Desde el sitio en el que me encontraba vi como un hombre paseaba tranquilamente por Ronda Sur, se detuvo un instante, y al siguiente, siguió con su camino hacía el cruce de semáforos de la cuesta del Grajo.
No le presté atención, porque quien se puede imaginar tal conducta y delito. Cuando volví a levantar la mirada hacía allí, vi con las otras personas que se encontraban conmigo, como el pasto y los escombros ardían, poniendo en peligro los vehículos que transitaban por ahí, las viviendas que había cerca y las vidas de las personas.
Los allí presentes empujaron un vehículo (peugeot 205 verde) , porque se encontraba encima de la ladera que estaba ardiendo. Los vecinos de las calles Poeta Pablo García Baena, Ronda Sur y colindantes tuvieron que cerrar ventanas y puertas de la gran humareda que se propagó a causa del viento.
Decidí llamar a la policía, para dar parte de lo ocurrido, pero no me cogieron la llamada.
Muchas preguntas rondan por mi cabeza. Especular acerca de los motivos e intereses, que llevaron a dicho individuo a cometer y provocar ese incendio, a sabiendas del peligro que podría acarrear a vidas humanas; y más, viendo el estado en que quedó dicho lugar.