Cierre Blog La Carlota.

Cierre Blog de La Carlota - 11 de Junio del 2011. Los comentarios publicados durante todos estos años pueden verse pinchando en cada uno de los posts. Hasta siempre, carloteñas y carloteños.

martes, 30 de octubre de 2007

Necesitamos un pulmón verde.


Pasar un día cualquiera en uno de los jardines o parques de La Carlota; sea para tomar el sol, sentarse en los bancos o jugar a la petanca, para que los padres lleven a sus hijos a jugar, leer el periódico o un libro o simplemente para pasar el rato y desconectar de la dura y larga semana laboral, cambia completamente la situación cuando estás 'in situ'.

Los jardines y parques de La Carlota pecan de no ser verdaderas zonas verdes. Es decir, de no ser verdaderos pulmones -con todas las de la ley- que liberen de la contaminación atmosférica y acústica. Ni tampoco por ser unos sitios que refresquen ni alivien, a los que vamos a pasar esas tardes calurosas, por la falta de árboles o no ser los apropiados, siendo bajos o muy jóvenes. A esto se acumula también que no están acondicionados como deberían, no hay suficientes papeleras, ni fuentes para beber, ni zonas de juegos para los más pequeños y mucho menos para las necesidades de los adolescentes (skateboarding, botellódromos...), ni vegetación para poder tumbarte y estar de relax, y ante todo, que están abandonadas a su suerte y la mayoría sufren destrozos y pintadas anticívicas, que no se solucionan con un correcto y óptimo mantenimiento ni se combaten con campañas de concienciación por parte del Ayuntamiento de La Carlota.

Quizás, sea debido a que en La Carlota y sus departamentos no hay un parque en condiciones y que tenga la función como tal. Más bien, y me imagino, que cada uno de nosotros cuando queda con alguien o se dice para sí mismo; "voy a la plaza o quedamos en la plaza del ambulatorio, del molino rey o de donde sea"; pero nadie dirá, "vamos al parque tal o cual", porque no se les puede considerar un parque, porque no lo son. Son pequeños, tienen pocos árboles y no hay mucha vegetación. Llenos de arena. Están rodeados de casas y tiene la apariencia conceptual del cemento. No de un paraje natural, de un lugar en el que conectes con la naturaleza.

La excepción que no rasca ni la superficie, de lo que debería ser un parque en La Carlota es la plaza que hay por detrás del ambulatorio. Es el más grande y el mejor acondicionado respecto a los otros, y no hay que hacer maravillas para superar al resto. Tiene zonas de esparcimiento para todas las edades, tiene contados árboles que dan sombra, un bar para tomarse un vermouth antes de comer o cenar al aire libre, césped para sentarse y charlar con los amigos, y evidentemente, cosas que mejorar.

En definitiva, un pueblo en continuo crecimiento y progreso como La Carlota no se puede permitir que sus ciudadanos estén enjaulados y asfixiados en cuatro paredes de cemento y sin poder liberarse en esa sempiterna comunión entre el hombre y la naturaleza, y menos todavía, anteponiendo nuestro bienestar y nuestra salud por culpa de los intereses económicos de unas personas.