Como la pólvora corrió la voz, y todavía a día de hoy, se sigue especulando y oyendo los distintos motivos y consecuencias del crimen de la Aldea de la Paz ocurridos a eso de las 23.15 horas de la noche del pasado sábado, cuando J.A.A.M., de 72 años, se encontraba junto a su mujer en la puerta de su casa disfrutando de la plácida noche de verano, y de improviso, le arrebataron la vida con dos puñaladas en el pecho de su sobrino, J.M.E.E., de 42 años, con un cuchillo de cocina, sin discusión alguna. Un hijo de la víctima que se encontraba en el interior del domicilio intentó socorrerlo; pero ya era demasiado tarde y el agresor aprovechó para apuñalar al hijo de la víctima. Durante el forcejeo, el homicida se zafó de los brazos del joven y se dio a la fuga introduciéndose por una zona de olivos cercana. La Policía Local acordonó la zona y marcó un dispositivo de servicio conjunto en las carreteras, los olivares próximos y el casco urbano, al que se integró la Policía Local para localizar y detener al agresor, y puso en aviso a los servicios sanitarios, que poco pudieron hacer. Entre las tres y las cuatro de la mañana un particular alertó a los municipales, que continuaban con la búsqueda, de que J.M.E.E. había sido visto por el polígono de Las Lagunillas, en dirección hacia el centro de la barriada. Lo encontraron en la Avenida de la Paz, al parecer escondido en una obra y sin ofrecer resistencia alguna cuando fue detenido.
El 29 de Julio, el Juzgado de Instrucción número dos de Posadas decretó el ingreso en prisión incondicional para J.M.E.E. por la muerte de su tío. El encausado, que padece algún tipo de esquizofrenia, estuvo declarando durante dos horas ante el juez, desde las 13.30 a 15.30 horas.
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