Cierre Blog La Carlota.

Cierre Blog de La Carlota - 11 de Junio del 2011. Los comentarios publicados durante todos estos años pueden verse pinchando en cada uno de los posts. Hasta siempre, carloteñas y carloteños.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Esta carta no es mía.

Uno de los mayores problemas y que más quebraderos de cabeza dan a gran parte de la población de La Carlota, tiene nombre propio y es Correos.
Muchos factores influyen en esta situación; especialmente, y comenzando por los tres responsables. Desde la propia Oficina de Correos, pasando por el Ayuntamiento hasta los propios ciudadanos de La Carlota y sus departamentos. Como en cualquier trabajo, está el error humano. El cartero, que en ningún momento debe saber quien vive en una casa ni los nombres y apellidos, sino saber que calle y que número corresponden con la correspondencia que debe echar. Cualquier trabajador se puede confundir o equivocarse un día, dos días o los que sean; no obstante, es un error ocasional y las consecuencias posteriores son suyas propias y de la empresa, por perjudicar y no prestar un servicio correcto al contribuyente.

Ahí es donde entra el Ayuntamiento de La Carlota, que es el encargado de facilitar el trabajo a los carteros y hacer viable el buen funcionamiento de un servicio -e impuesto- que todos pagamos como buenos contribuyentes. No por ello, a pesar de que La Carlota y las aldeas están en continuo crecimiento y progreso, se debe tomar como excusa, para que algunas calles no estén asfaltadas, aceradas y no tengan puesto la placa con su nombre, que le pongan el número en la casa o el bloque de pisos, que lleve un correcto y estructurado entramado de las vías públicas y del orden lógico y númerico de las calles y los portales.

La Calle República Argentina es un ejemplo conjuntamente con la Plaza Fernán Caballero, las calles Punta del Sauce, Doctor Marañón, Méjico y otras que están mal estructuras al estar mezcladas con otras calles, llevando a la confusión la labor del cartero. No tienen las placas de señalización del nombre de las calles, no corresponden los números con la cantidad de viviendas que hay, e incluso habiendo saltos en la numeración.


Y por último, está el caso particular de cada uno, es decir, el máximo responsable de su propia residencia; porque rara es la persona que no ha recibido cartas de otra persona, que le hayan tardado más de una semana en llevarle la correspondencia y es que cada uno, debe ser consciente y responsabilizarse que debe tener sus datos personales y su dirección postal correcta, y si realiza algún cambio comunicarle a las empresas que le envien su correspondencia y a la oficina de Correos. Si su dirección postal o la calle en la que vive, ha sufrido modificaciones, debe informarse en el Ayuntamiento de La Carlota para que le notifiquen como se establece su dirección y qué pasos debe seguir. Además, debe tener bien escrito y visible un buzón, con los nombres de las personas que viven en la vivienda y el número del portal.
Las calles comerciales como Avenida Carlos III y la Avenida de la Paz son un completo caos, porque los comercios deben indicar en su correspondencia el nombre del local. No del propietario, porque el Ayuntamiento utiliza el mismo número del establecimiento como para la vivienda privada que hay al lado.

También están las nuevas calles, las obras públicas, los solares y las reformas que son motivos que conllevan problemas tanto para el cartero como para los interesados, porque dificultan y es algo que solamente se puede paliar con paciencia y tiempo, donde no hay ningún culpable. La única solución es informar a la Oficina de Correos para que tengan constancia de esas circuntancias.


El casco histórico (Cristóbal Colón, Blas Infante...) y como claros exponentes de la desidia del Ayuntamiento a no fijar un orden númerico que sea inamovible, el abandono de las viviendas, que no hay buzones y casos que no hay números encima de las puertas, nos encontramos Isabel II, Nuestra Señora del Carmen, Juan Ramón Jiménez y Julio Romero de Torres.


La calle Ramón y Cajal, a partir del cruce con 28 de Febrero, pasa del número 54 hasta el número 78 que es la siguiente residencia.


Uno de los casos más extraños es la calle Costa Rica, que está divida en dos partes por una tapia. La primera termina en el número 14-16 y la segunda parte, al otro lado del muro sigue en el número 30-34.