La Vuelta de Andalucía ha entrado en La Carlota, tal y como se anunció hace dos semanas, tras llegar por la carretera Posadas, dejando atrás La Fuencubierta y La Chica Carlota, e instantáneamente, subiendo con la boca abierta la cuesta de Las Malvinas, tomar aliento en el bulevar de Carlos III y dirigirse hacia Santaella. Competición que sirve como entrenamiento para los expertos y para que los equipos prueben a ciclistas noveles.
Más larga ha sido la espera para poder decir en casa "he visto la vuelta ciclista”, que el tiempo que han estado los ciclistas recorriendo la avenida principal. Matando el rato. Viendo arriba y abajo a la guardia civil y protección civil. Hasta que aparecieron por la curva hubo risas y palmas para el infiltrado que se adelantaba al pelotón, asombro con la pareja que se plantó en la glorieta para animar a Piedra de Sevilla, y carloteñas y carloteños que se situaban en los mejores sitios como el mirador del Titanic para poder ver al líder Markel Irizar y al vencedor de la quinta etapa Óscar Freire, entre otros.
