Hay hechos, acciones sorprendentes para estudio que no dejan de ser paradójicas y lleven a la misma pregunta "por qué aquí sí y aquí no". Como encontrarte un espejo reflectante en mitad de la nada de Ronda Sur, como un islote perdido, al estar en el lado opuesto del núcleo urbano. En la bocacalle de La Salud con la ronda, al lado del Instituto Nuevas Poblaciones (instituto nuevo), colocaron un espejo para la incorporación de los vehículos porque la rasante disminuía la visibilidad. Una medida perfecta y de buen tino.
Por contra, a unos metros de ahí, en esa misma calle se hace necesario un espejo reflectante o ciertas precauciones. Tirando para el ambulatorio. En el cruce de La Salud y la avenida de La Paz. Por Marqués de Santillana, pasando por la plaza de Miryam Pedraza hasta salir a la avenida de La Paz; ya conflictiva de por sí. A la hora de incorporarse a la avenida tienes poca visibilidad, no tienes ningún dispositivo para ayudarte y muchas de las veces debes meterte en el carril para poder ver. Indistintamente haya vehículos aparcados o no en la zona amarilla, porque la señal de ceda el paso se hace obligatoria por imperativa. Además, si en el otro sentido hay un automóvil cerca, la visibilidad es nula y es jugarte el todo por el nada a expensas que faciliten algún dispositivo para la seguridad vial. Al margen del conductor, el civismo y la urgencia.