En la primera parte de 'Aldeas sin aceras' (junio) hacíamos referencia a las deficiencias de los departamentos de La Paz, Los Algarbes y Monte Alto, y en la segunda parte del mismo post (julio) era el turno de El Arrecife, la Aldea Quintana y El Rinconcillo.
Las aldeas de esta última parte presentan características nuevas a las anteriores y las mismas carencias de siempre.
El centro urbano de La Chica Carlota se ha modernizado a los tiempos en los que estamos con su acerado homogéneo, la glorieta y jardines procedentes. Les quedan por terminar pequeños detalles. Sin embargo, adentrándose en las calles que no han sido de nueva construcción se observan aceras desgatadas, otras que intercalan adoquines diferentes y partes sin continuar.
Pudiendo distinguirse tres partes: las perfectas como la calle Ancha y donde se han edificado viviendas, las que salen a la carretera CO-3307 y bordean el colegio rural Ana de Charpentier, que son un peligro para los peatones porque no tienen una acera definida entre urbana y rural, y las antiguamente abandonadas a su suerte.
La Fuencubierta guarda mucho paralelismo con La Chica Carlota hasta parecer ser cortadas por el mismo patrón, y en sus grandes posibilidades por las vistas a la sierra cordobesa. Tiene una entrada conflictiva para los viandantes que caminan por la carretera CO-122 y entran a la aldea por la calle Ancha, que ésta conjuntamente con la plaza de la iglesia son las partes mejoradas. El estado de la aldea varía callejeando por sus calles como la calle Nueva, Manuel Rodríguez Cadenas y colindantes, donde ciertos tramos van salteados, algunas aceras se convierten en caminos de tierra e incluso llegan a desaparecer en calles estrechas.
Probablemente, Las Pinedas sea el departamento más precario en comparación al resto, empero a su privilegiado enclave natural. El acceso recalca a la localidad como si acabases de entrar en un pueblo fantasma y perdido de la mano de Dios, sino fuera por la señal que indica su nombre. El conjunto de Las Pinedas es un mosaico de los nueve departamentos con la singularidad especial de la plaza de Andalucía, que tiene un acerado uniforme excepto por el margen que la circunscribe.
Como Las Pinedas, El Garabato tiene una apariencia más rural, aunque no tan diseminada como Los Algarbes. Muchas de sus calles están mal asfaltadas, con socavones y sin acerar. En áreas céntricas y abiertas como la plaza de la iglesia María Auxiliadora y paralela tiene una apariencia actual en las que deberían unificar el medio urbano y natural. Habituando un plan de urbanismo que preserve la comodidad de los habitantes de los departamentos del municipio carloteño y el paisaje de su alrededor.
Las aldeas de esta última parte presentan características nuevas a las anteriores y las mismas carencias de siempre.
El centro urbano de La Chica Carlota se ha modernizado a los tiempos en los que estamos con su acerado homogéneo, la glorieta y jardines procedentes. Les quedan por terminar pequeños detalles. Sin embargo, adentrándose en las calles que no han sido de nueva construcción se observan aceras desgatadas, otras que intercalan adoquines diferentes y partes sin continuar.
Pudiendo distinguirse tres partes: las perfectas como la calle Ancha y donde se han edificado viviendas, las que salen a la carretera CO-3307 y bordean el colegio rural Ana de Charpentier, que son un peligro para los peatones porque no tienen una acera definida entre urbana y rural, y las antiguamente abandonadas a su suerte.
La Fuencubierta guarda mucho paralelismo con La Chica Carlota hasta parecer ser cortadas por el mismo patrón, y en sus grandes posibilidades por las vistas a la sierra cordobesa. Tiene una entrada conflictiva para los viandantes que caminan por la carretera CO-122 y entran a la aldea por la calle Ancha, que ésta conjuntamente con la plaza de la iglesia son las partes mejoradas. El estado de la aldea varía callejeando por sus calles como la calle Nueva, Manuel Rodríguez Cadenas y colindantes, donde ciertos tramos van salteados, algunas aceras se convierten en caminos de tierra e incluso llegan a desaparecer en calles estrechas.
Probablemente, Las Pinedas sea el departamento más precario en comparación al resto, empero a su privilegiado enclave natural. El acceso recalca a la localidad como si acabases de entrar en un pueblo fantasma y perdido de la mano de Dios, sino fuera por la señal que indica su nombre. El conjunto de Las Pinedas es un mosaico de los nueve departamentos con la singularidad especial de la plaza de Andalucía, que tiene un acerado uniforme excepto por el margen que la circunscribe.
Como Las Pinedas, El Garabato tiene una apariencia más rural, aunque no tan diseminada como Los Algarbes. Muchas de sus calles están mal asfaltadas, con socavones y sin acerar. En áreas céntricas y abiertas como la plaza de la iglesia María Auxiliadora y paralela tiene una apariencia actual en las que deberían unificar el medio urbano y natural. Habituando un plan de urbanismo que preserve la comodidad de los habitantes de los departamentos del municipio carloteño y el paisaje de su alrededor.