Las calles Luis de Góngora y Méjico confluyen en un cruce de cuatro caminos a espaldas de las Naves de los Silos. Tiene las mismas características del cruce de Ronda Sur y la curva de la Doctor Villamor: escasa visibilidad, tramos sin acerar y sin ayuda de elementos urbanos (espejos y badenes), como reclamaba hace tiempo un anónimo debido a las grandes velocidades con las que entraban en el barrio de las Escuelas. Convirtiéndose en un punto de gran peligrosidad que está regido únicamente por un stop, una señal de límite de velocidad, donde los viandantes no saben donde poner los pies y la conciencia cívica de cada uno.
El conflicto burocrático también participa con la propiedad privada lindante, que anula el acerado de los peatones y estrecha la calzada para los vehículos procedentes de la calle Estudiantes y las derivadas del paseo Profesor Tierno Galván y avenida Carlos III.