Nublan la razón, emergiendo la oscuridad. El otoño parece algo muy lejano o lo están forzando. La fisonomía ha cambiado radicalmente en el paseo Profesor Tierno Galván. Los árboles fueron podados la semana pasada. Cortándoles la belleza de las hojas. Naturaleza cambiante. Arrebatándonos ensoñaciones en un cielo azul, ilusiones y esperanzas serradas, bajo miles de hojas entre copas de olmos. El candor del viento zozobrando el reposo imperturbable. Viendo el paso del tiempo ajeno al ruido externo.
Echaron de sus casas a las aves. Gorriones ataviados, que buscan, sobreviven a su manera; alimentándose de aquello que encuentran y como si les hubieran querido reestablecer un orden impuesto. Colmados de costumbres, viajando en bandadas, prevaleciendo a los movimientos migratorios y acompasando nuestras vidas con el canto jaranero.
Ocurre cada año. Volverán y se marcharan.