Levantamos la persiana de nuestra habitación. Miramos por la ventana. El cielo está nublado. Hay claroscuros. Salimos a la calle, está lloviendo o cayendo granizo y si encarta una alineación de planetas, nieva. Vuelve a repetirse una semana más, como ya ocurrió en enero, las precipitaciones meteorológicas marcan la constante hasta el domingo, señalando una previsión mínima de un 60 por cierto de lluvia el miércoles.
Ha empezado con fuerza el año, abasteciéndonos inimaginablemente los embalses, los ríos siguiendo su curso natural, los campos anegados y otras regiones padeciendo inundaciones impensables. Trombas de agua, paraguas como complemento al móvil, la TDT es un cuadro abstracto. Por ese motivo, debieron inventar el refranero español y las coletillas.
El sábado, la naturaleza nos brindó una tregua, un alto en el camino, por lo que carloteñas y carloteños salieron a la calle, invadiendo el bulevar mañana y tarde, para aprovechar los rayos de sol.
El sábado, la naturaleza nos brindó una tregua, un alto en el camino, por lo que carloteñas y carloteños salieron a la calle, invadiendo el bulevar mañana y tarde, para aprovechar los rayos de sol.
